MEMORIAS 17

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Hasta el año pasado, tuvimos la posibilidad de pisar en la plaza, estas baldosas:

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Algunos memoriosos, recuerdan que fueron adquiridas por una colecta pública, como cuando se compró la maquinaria del Reloj Público. Ojalá que esta pequeña anécdota, frágil como todo el patrimonio intangible, encuentre algún día su lugar en el Museo de la Ciudad, un espacio bastante descuidado en la Casa de la Cultura, que requeriría de un guión expositivo que incorpore a todos los actores sociales de Alta Gracia, no solamente a sus intendentes.
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EXPERIENCIAS 1

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Por diferentes medios, pueden leerse y con cierta frecuencia noticias relacionadas al desarrollo de obras pública que merecen destacarse por algún detalle en particular. En la edición de La Voz del pasado domingo 10 de julio, pudieron apreciarse dos ejemplos que de manera indirecta nos recuerdan la experiencia local y marcan una distancia cualitativa con su resultado.

El primero, que describe ampliamente los avances constructivos de la nueva estación de ómnibus de la ciudad de Córdoba, comenta que "parte de los materiales utilizados en la construcción son cordobeses, como el piso de granito":

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Se sabe que sobre la Plaza Solares de Alta Gracia, no se justificaría el mismo orgullo, ante la absurda idea de revestirla con una roca patagónica.

La segunda noticia aparecida en el mismo diario hace incapié en el resultado de un CONCURSO DE PROYECTOS para la remodelación del Centro Cívico de San Francisco:

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Sin dudas los habitantes de esa ciudad contarán con una propuesta de intervención que enriquecerá el paisaje urbano local, al haber apostado a un mecanismo que pone a consideración el talento de los profesionales para resolver un programa de actividades, con la más alta calidad de diseño.

En tanto, los altagracienses seguiremos resignados a transitar una mediocre y anónima plaza costeada a un altísimo precio no solo económico, sino también patrimonial.

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EVALUACIÓN 3

CUNETAS
Una de las premisas del "PROYECTO DE UNIFICACIÓN ESPACIAL Y PUESTA EN VALOR DEL CONJUNTO JESUÍTICO", fue la remoción de las barreras arquitectónicas para generar un solado continuo que mejorara la accesibilidad del Centro Histórico. De este modo y por la aplicación de un mismo material, también se pretendía lograr una percepción uniforme del espacio intervenido, objetivo que apenas fue conquistado debido a que la distinción funcional entre acera y calzada debio mantenerse para un tránsito restringido que tampoco llegó a implementarse. En consecuencia hubo que incorporar cunetas y bolardos (mojones) donde antes había cordones generando un típico conflicto tecnológico: el encuentro de materiales y técnicas diferentes (pórfido colocado en seco y hormigón in situ).

El resultado de una resolución tan poco feliz, puede observarse en el siguiente registro fotográfico en el que se destaca la extrema improlijidad de las curvas replanteadas, la irreconciliable conjunción del perímetro de las cunetas con la modulación del pórfido, la total falta de continuidad y homogeneidad del hormigón cuyas áreas erosionadas a menos de un año de uso, denotan su bajísima calidad.

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.Grietas, oquedades, resaltos, manchas, estallidos... el inventario de fallas en la calidad de estas terminaciones es inagotable considerando que apenas acabamos de revisar un rubro.