jueves, 5 de enero de 2017

MEMORIAS 24

VOLQUETES

Con un acto más propio de una inauguración, el 20 de diciembre del año pasado se dio comienzo a la obra de restauración del Cine Teatro Monumental Sierras. El evento apeló a la nostalgia con una reseña histórica para luego pasar a enunciar las etapas del plan de recuperación y refuncionalización que adaptará la sala a las nuevas tecnologías, exigencias de seguridad y accesibilidad otorgándole una flexibilidad de uso que carecía, pero respetando la estructura del edificio y su equipamiento original. 


Una presentación con buenos propósitos que habrían dejado satisfecho a cualquier defensor del patrimonio si en los últimos días no hubieran aparecido en los volquetes de la vereda, algo más que componentes obsoletos y sin ningún valor: 
 















Entre los escombros de lo que probablemente hayan sido tabiques, se pudo identificar fragmentos del entarimado de la sala (sí, otra vez Alta Gracia repite una experiencia negativa con el solado de un bien patrimonial), las letras de la marquesina original y mucha documentación desechada. Revistas especializadas en estrenos cinematográficos, carpetas conteniendo planillas con estadísticas de cada función que permitirían reconstruir la programación de algunos años de la década del setenta, títulos al portador con un magnifico diseño gráfico que no fueron vendidos, un registro que va de la P a la Z con la nómina de los accionista de CICOMER SA y una multitud de facturas y recibos pertenecientes a comercios locales que ya han desaparecido:

 















En síntesis, puro patrimonio intangible, la historia del Cine Monumental Sierras y una aproximación a la del centro comercial de Alta Gracia arrojadas a la basura y que podrían haber sido rescatadas y expuestas por el estado municipal en un sector del hall de entrada, oficiando de museo de sitio (como el que se propuso para el Sierras Hotel y jamás se concretó).














¿Cómo es posible que una ciudad que funda su atractivo turístico en la historia y la cultura dilapide su legado por modesto que sea?




¿Por qué no fue asignado algún funcionario de cultura para revisar y seleccionar aquellos elementos que contribuyen a la interpretación del bien que está siendo intervenido?



¿Que pasara o pasó con otras piezas más grandes como el proyector?



¿Hasta cuándo la improvisación y falta de especialización en determinadas áreas municipales seguirá repitiendo errores y atentando contra el patrimonio local?



¿Por qué todo debe quedar librado al azar y al interés del coleccionismo privado que con precariedad rescata lo que puede para preservar los testimonios intangibles?  
 




















El Cine Teatro Monumental Sierras fue el resultado de la voluntad colectiva, vecinos y visitantes realizaron su aporte monetario para construir una gigantesca máquina de emociones y viajes en el tiempo, una bóveda celeste de fantasía acribillada de estrellas falsas, rematada por un arco iris tras el que se proyectaban los sueños. Su recuperación debe ser un homenaje a la memoria de quienes nos lo legaron.



miércoles, 28 de septiembre de 2016

MEMORIAS 23

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Hace algunas semanas el monumento a Don Manuel Solares cumplió su primer aniversario en la plaza, que como bien pudimos anticipar en abril del año 2011 cuando se conoció el resultado del concurso que acertadamente ganara el artista local Patricio Garbi, no respetó el emplazamiento previsto en el proyecto original porque el pedestal central de la fuente sigue y por lo visto seguirá ocupado por una obra abstracta de dudosa calidad artística y nula relación con el contexto.




La escultura definitiva presenta algunas diferencias considerables respecto al modelo presentado en el concurso, pues al eliminar la figura del niño, la cabeza de Solares fue girada para que su mirada contemple el horizonte. Situada en la esquina opuesta en la que se encuentra el monumento a Juan Nieto y quizás respondiendo a la idea de generar un contrapunto entre el primer propietario de la estancia y el último, carece de un sub espacio propio que la integre al solado y al recorrido de la plaza como el primero. 
Desde la inauguración de las obras de remodelación, sucedida el 23 de diciembre de 2010, al municipio le llevó 5 años cumplir con una deuda histórica y simbólica para con quién legara al futuro, una ciudad en el territorio de la antigua estancia jesuítica de Alta Gracia.

miércoles, 14 de septiembre de 2016

INICIATIVAS 6

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Entre las 15 mejores tesis destacadas por la página Plataforma Arquitectura, se encuentra la siguiente propuesta de intervención para el terreno de Banco Nación en Alta Gracia.
Más allá de contemplar un programa de actividades orientado únicamente a lo cultural, la idea de partido es casi idéntica a la que PLAZAPLAZADA ofreció como alternativa volumétrica y funcional ante el Nodo de Gestión del Patrimonio allá por el año 2005.
No es la intención de esta publicación entrar en suspicacias, sino la de sumar ideas coincidentes sobre un modo respetuoso de planificar un enclave complejo y a la vez tan interesante como el que posee la institución bancaria, pero cuyo equipo técnico, lamentablemente se resiste a explorar a pesar de las recomendaciones de los patrimonialistas que durante todos estos años han participado como consultores para que la calidad de diseño del edificio esté a la altura de un sitio UNESCO. 

A continuación la memoria descriptiva (cuya redacción es responsabilidad de sus autoras) y algunas imágenes del proyecto:
 
CENTRO DE INTEGRACIÓN CULTURAL

Lucinda Cravero,
Brunella Cisneros,
Silvina Warde:


Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño
UNC / Córdoba

"Enmarcado dentro del centro histórico de la ciudad de Alta Gracia, el Centro de Integración Cultural surge al identificar su potencial turístico e histórico y la necesidad de nuclear toda la actividad cultural que caracteriza a la ciudad. Este equipamiento cultural se ubica en un lote en esquina (vacante actualmente), en el cual hay presencia de ruinas jesuíticas que necesitan conservación. Así mismo presenta visuales privilegiadas al conjunto histórico y al paisaje serrano al estar en una de las esquinas más significativas del área central de Alta Gracia."



"El diseño proyectual del equipamiento cultural se formaliza a partir del reconocimiento y respeto por el contexto como premisa fundamental de diseño, mediante una gran plataforma como extensión del espacio público, la que soporta actividades culturales y recreativas que se realizan espontáneamente hoy en día. Por debajo de esta plataforma de H°A° se albergan las ruinas jesuíticas, dos salas de flexibles móviles y multiuso con salida a los patios, y una gran rampa de circulación que permite vincularse con el nivel inferior donde se encuentra la sala de conferencias, biblioteca, aulas-taller para niños."
  

 "Se logra una dualidad en la materialidad entre la plataforma pública con una gran placa de hormigón armado pesada, maciza, compacto y los volúmenes “linterna”, piezas esbeltas verticales, que emergen de la plataforma con estructura metálica, liviana-contemporánea. Además se evidencia mediante un juego de luces y sombras, en donde estos volúmenes linterna permiten mayor difusión de la luz, mientras que en la plataforma conserva su cualidad compacta. 

Con la incorporación de este nuevo equipamiento consideramos que se produce una SIMBIOSIS, mediante la cual además de producirse un beneficio entre las partes se genera un impacto a nivel urbano que pretende revalorar sus orígenes y contribuir hacia una identidad colectiva con un importante sentido de pertenencia."


jueves, 11 de septiembre de 2014

RESTAURACIÓN 9


Si el paso del tiempo resulta implacable para el patrimonio arquitectónico,  no menos insidiosa es la intervención del ser humano que lo ocupa y toma decisiones para su conservación y protección.

A un año de la reapertura de la Iglesia Jesuítica, evaluar su restauración apunta a comprender la dimensión simbólica que ejerce en el imaginario altagraciense. 

Tras décadas de deterioro, una de las obras más singulares del barroco colonial encontró su oportunidad para recuperar el esplendor perdido, sin embargo en el inicio de los trabajos se fueron acumulando actuaciones que conjugaron la inoperancia y la desidia en un entorno de silencio que habilitó el campo de las dudas.

El estado del monumento se agravó con la remoción del solado, la excavación de trincheras que alojarían instalaciones de aire acondicionado y la extracción de restos óseos, violentas intervenciones que la comunidad interpretó como una profanación del recinto sagrado.

El escándalo mediático activó y distribuyó responsabilidades entre el cura párroco Siderides, la arq. Malandrino del Instituto del Patrimonio de la Universidad Católica y los funcionarios de la administración pública. Con la esperada intervención de la Agencia Córdoba Cultura se impuso una tregua para el cruce de acusaciones y atribuciones mal habidas, a los fines de remediar la destrucción, así el nuevo proyecto de restauro también asimilaría el concepto de restaurar el ánimo social, habilitando el templo en el menor tiempo posible.

Con tales antecedentes y premisas es improbable que el procedimiento siguiera los plazos que una obra de tal envergadura exige, por lo que se podría conjeturar que se resignaron precisión y calidad en la ejecución de los detalles.

Hay dos escalas de lectura perceptual para la restauración efectuada: una mayor que obliga a contrastar la visión general con el estado original del conjunto y que impacta de manera instantánea dejando satisfecho al observador no especializado, que vuelve a apropiarse del templo sin inmutarse ante la pertinencia o no de lo actuado, y una menor que exige una mirada escrutadora de materiales y técnicas empleadas, que abren nuevas interrogantes acerca de lo que quedó inconcluso o fue resuelto de manera inesperada:



 ¿Por qué hay imprecisiones anatómicas en el profeta que ocupa una de las pechinas?
¿Por qué el encuentro entre púlpito y muro continúa agrietado?
¿Por qué a un año de la reapertura ya hay muros cuya pintura se está descascarando?
¿Por qué los confesionarios no presentan un trabajo tan cuidadoso como otros componentes?
¿Por qué las juntas del nuevo solado están abiertas en muchos sectores?




Ante las incógnitas sobre los criterios que se adoptaron, no es casual que el nuevo osario carezca de referencias sobre el daño ocurrido, ni que su ubicación haya quedado como un elemento que se prefiere ocultar. Es en esos significantes donde el resultado se vuelve tan decepcionante como el proceso que antecedió a la intervención de las autoridades provinciales. A la celeridad de los tiempos políticos por aplacar las voces del mosaico social que sostiene el patrimonio, todavía le falta un epílogo escrito por la justicia que decidirá quienes y en qué medida han sido responsables de los desaciertos cometidos.
Arq. Walter H. Villarreal

martes, 17 de junio de 2014

INICIATIVAS 5

 
En la contratapa de la revista TAJAMAR de mayo, aparece una publicidad de "El Potrerillo de Larreta" suscrita por el Grupo Edisur:

 

Repite la misma frase que identifica a la actual gestión municipal:
 
Una estrategia de marketing que intenta adherir ídeológicamente a una visión urbana, apropiándose de la propaganda política del gobierno con la perversa intención de incluir a todos los altagracienses en dicho proyecto inmobiliario. Con este discurso se pretende minimizar el impacto del desarrollo, compartiendo la complicidad del desmanejo ambiental y la usurpación del espacio público del arroyo Los Paredones.

Tanto el Ejecutivo como el Concejo Deliberante deberían intervenir para aclarar a los vecinos lo que puede llegar a ser interpretado como un plagio descarado o un respaldo municipal escandalosamente inadecuado.